April 30, 2008

con la lengua color miguelito

Hoy es el día que comemos sobras de la piñata de nuestros sobrinos (o hijos, según sea el caso), vemos qué hacemos con el betún que embarraron por todos lados y tenemos además la obligación de aguantarles sus leperadas porque si mal no recuerdo, hoy es el día de la mocosa y del mocoso, de la chamaca y del chamaco, del que todos tenemos dentro y de los que todos padecemos fuera. No todos somos niños, ni todos quisiéramos serlo, la verdad. Ya lo había sentenciado mi papá en aquella sabia máxima: "El peor enemigo del hombre es el niño".

Mañana en cambio es el día del adulto, porque uno deja de ser niño cuando empieza a vivir de su trabajo. Y puede ser que hasta nos importe.

Y si algún día tuvo nombre, ya lo debe haber olvidado

No podría decir que es mi vecina, porque no tiene casa, es más bien como si la vida la tuviera de rehén en algún lugar en este barrio: en la puerta del supercito, en la entrada del cajero automático.

No sé a dónde se mete cuando llueve. Casi siempre está sentada en un cajón, con las piernas envueltas en una cobija y dibujando. O leyendo. Es joven.

La veo con la curiosidad y el morbo que nos despiertan los vagabundos: repulsión y compasión, una cierta envidia (ESO es mandar el mundo a la mierda, no las mentadas de madre sin destinatario que yo profiero cada día), miedo e incluso una cierta atracción física, porque es guapa.

Es lo más parecido a la muerte que yo conozca. Me la recuerda mucho, porque aunque yo nunca me he muerto, cuando la veo y cuando pienso en mi propia muerte siento la misma tristeza.

Quisiera tomarle fotos o acariciarla o traerla a mi casa y hacerla mi amiga, o escucharla hablar, aunque no sé siquiera si tenga voz. Creo que me atrae por inalcanzable, porque vive en un pozo profundo, profundo.

El otro día me volteó a ver por primera vez. Y me clavó la mirada insistentemente. Yo me agarré de la mano de Alejandro porque sentía que me guiñaba la muerte. Y yo quería guiñarla también.

Hoy la ví en la mañana muy temprano en una esquina donde nunca la había encontrado antes, despertando entre cobijas y el aliento tibio de un hombre igual de abandonado y sucio que ella. Era una escena conmovedora y violenta. Conmovedora porque pareciera que nuestra propia naturaleza nos lleva a buscar la compañía de alguien igual de solitario. Violenta porque la violencia es lo contrario de la voluntad y yo estoy segura de que ella no tiene voluntad de nada. El hombre la tocaba pero ella estaba viendo hacia el vacío con los ojos vidriosos y perdidos. Me movió de ternura y celos.

Me gusta porque es un espantajo, un pedazo de estopa sucia, un bulto entre cartones, una pérdida de tiempo, una espera permanente, es el estado más puro de la vida urbana, despojado de todo, excepto su absoluta, su flagrante, su brutal humanidad.

April 26, 2008

Porqué la UNAM no es "Top"

Ayer pensé, y no pensé cuando escribí el post sobre MWU, que una diferencia muy grande entre MWU y, por ejemplo, la UNAM, es que la UNAM está a años luz de entrar en la lista de las "Top 10 del mundo": Top 10 en índice de suicidios...

April 24, 2008

"I never thought that you'd lose that light in your eyes"

Últimamente viajo mucho. Salgo poco de mi casa, pero viajo y viajo. El otro día bajé unas canciones de Division Bell y ahi vas de vuelta a visitar 1994, mis primeros días en la ENAH, mi amiga Esther, mi primera compañía en el chilango, chaparrita, chiapaneca y gran amiga, a quien vi por última vez en un puente peatonal y me dejó con el saludo en la boca porque no se acordaba de mí. En el lugar a donde volví estaba el lagartijero de la ENAH en primavera en primer plano. Mi vida en el 94 es un lugar extrañísimo: viajo de aventón todos los días, de México a Cuernavaca, paseo por el mercado de Sonora yo sola y mi alma, sigo una estricta dieta vegetariana, y defiendo pasionalmente la ideología del renacimiento mexica. Quizá el lugar más distante del mundo es aquel donde están las cosas que algún día hicimos y que ahora ni presos de la más fiera demencia volveríamos a hacer.

"Volver a los diecisiete después de vivir un siglo", así de poderoso es oír un disco viejo. Aunque Pink Floyd no tenga nada que ver con Violeta Parra.

April 17, 2008

El Académico Rey y el Rey del Barrio

Ayer hablábamos con Alex de la importancia de estudiar en MWU, que es, siglas más, siglas menos, la universidad donde estudio. "No es lo mismo que estudiar en NTU o en PYU (como sea que se llamen otras universidades)", dice él, porque "MWU es Top Five in the country" (Top Five de qué?, me pregunto yo, quién hace esos ratings?). "Porque en MWU está Geoffrey Stunt y Petra Fraasen" continúa él (nombres más, nombres menos: como nunca en este blog, todos los nombres han sido cambiados), "que son famosísimos, en cambio, quién, a ver quién enseña en PYU o en NTU?"

Tiene razón. Me quedo pensando. Sin duda MWU es una de las cinco universidades más importantes del país (de "este país", como le llaman los gringos a su país). Y no se diga de la Costa Este. Innegablemente es la universidad más importante del-ba-rrio. "Y eso en México sabes a quién le importa?", le pregunto. "A nadie", le contesto. Allá nadie sabe quién es Petra Fraasen y Geoffrey Stunt y Hugh G. Dick y quien sea que los haya parido. Hijos de vecino, son, como somos todos. El rey del barrio indudablemente depende del barrio en el que uno esté.

Porque usted lo pidió

Dado que mi público, que es Larisa, lo reclama, y que yo me debo a mi público, que es Larisa, hoy decidí salir del modo de ahorro de energía para escribir más un post. La verdad es que no había tenido mucho que escribir porque estos días la vida, la que se vive, está en retirada. En su lugar me dejó una lista de tareas que hacer cada día, a cuál más fastidiosa.

La hora excitante es la hora de dormir. Eso sí me gusta: embarcarme en mi cama mullidita y entrar en tregua hasta el día siguiente. Durante esas ocho o nueve horas de calma, pasan por mi ventana caballos con jinetes que flotan en el aire, Faba me habla por teléfono, me agarro a besos a mi colega Mike, y nado en un laguito sucio. Lucero y Maribel me visitan. Maribel usa un abriguito color púrpura con plumas que me hace reír mucho. Y las fotos son siempre pequeños videitos, se mueven.

Luego el día despunta, amanezco con una sonrisa en la boca que se desdibuja no bien despierto y me doy cuenta de que ahí está la realidad otra vez, con su "to-do list" sin tachar, la vida que se sobrevive.

"No hay luz al final del túnel", le digo. Y cínica me responde: "Pues no veas el túnel. Mira para otro lado".

April 10, 2008

Playlist de una sola canción


Me enamoré por primera vez a los catorce años y a partir de entonces cada cuatro o cinco meses de una persona diferente, la mayoría de las cuales jamás se han dado por enteradas. Una vez me enamoré de una bióloga que me dio aventón y a la que nunca logré siquiera verle la cara (iba yo sentada en el asiento de atrás), pero me quedé obsesionada con su chamarra de cuero desteñida y su lucidísimo sentido del humor. No sé cómo, pero até cabos, hice conexiones y conseguí su teléfono. Cuando una voz de mujer sin acento argentino contestó del otro lado de la línea, usé el gastado recurso de los cobardes y colgué. Nunca más volví a saber de ella.

Me he enamorado tantas veces que no recuerdo los nombres ni las causas en la mayoría de las ocasiones. Me he enamorado en persona, por internet, por tele y hasta por teléfono. Una vez me enamoré de un policía antinarcóticos. Otra vez me enamoré de un payaso con todo y maquillaje.

Cuando estaba chica escuchábamos música en discos de vinil y en algún momento la aguja empezaba a saltar y seguía dando vueltas por el mismo surco indefinidamente hasta que alguien se animaba a moverla de lugar. Pasaba a menudo con las canciones que escuchábamos más, que era la parte del disco más propensa a rayarse. Para mí que eso es el enamoramiento: un patrón de pensamiento obsesivo, un darle vuelta y vuelta a la misma idea, a la imagen parcial y unidimensional que tenemos de alguien. (Por supuesto no estoy hablando del amor, sino del mero enamoramiento. Del amor no tengo ninguna opinión, ni lo vivo tan a menudo).

La obsesión asociada al enamoramiento va en consonancia con mi afán de ponerle soundtrack a cada historia que me invento. Cada persona de mi lista de amores posibles e imposibles lleva asociada una única canción que oigo una y otra y otra vez durante un cierto tiempo. Creo que me desenamoro el día que la canción llega a hartarme de tanto que la he escuchado. Podría hacer una lista de las más sonadas en mi ipod, que van desde Leonard Cohen hasta Franco de Vita (si eso se acepta como los dos extremos de un posible rango), pero no tengo la suficiente cara dura para afrontar algo tan digno de cábula. Lo que sí es que la semana pasada estuvo sonando quinientas veces Romeo and Juliet de Dire Straits. Esta semana alguien me hizo favor de darle un golpecito a la aguja y ahora tengo el ipod en shuffle.

April 04, 2008

Buenos Días Tokio; Buenas Noches, Mimí


Mi hermano tiene dos días aquí. Mañana nos vamos a ver para desayunar. Estamos quedando de acuerdo por teléfono y le digo "Bueno, entonces mañana llego a tu hotel a las ocho".
-"A las ocho, o sea a las seis?" me dice.
-"Como que a las seis? No, a las ocho, o sea a las ocho" le digo yo.
-"Por eso, a las seis hora de Cuernavaca".
En ese momento me vienen a la mente los relojes de los aeropuertos y los centros de negocios, cada uno con su correspondiente letrero: Tokio, New York, London, Cuernavaca.
-"Pues qué no has cambiado tu reloj?" le pregunto.
-"No, yo no cambio ni madres, nos vemos a las seis acá. Click" cuelga.
El caso es que mañana tengo que estar ya no sé si a las seis en midtown o a las ocho en Los Arcos, posiblemente para ir a desayunar -o bien a cenar, dependiendo de la hora.

A todo esto, Mimí es una cuñada que tenía un novio reportero. El título de la entrada es un extracto de la vida real "como lo vio usted en tv", según me cuenta mi sobrino.

April 03, 2008

Time management: 8 consejos para alargar el tiempo

Todos sabemos que el tiempo es relativo. No sabemos porqué, ni sabemos qué es el tiempo, pero sabemos que es relativo, que depende. Tampoco sabemos de qué depende.

Para aquellos que creen y se repiten mantras como que están cortos de tiempo, que la vida es breve, que el tiempo se va como agua, que el tiempo no alcanza y que time is money, aquí van algunos consejos efectivos para que el tiempo se alargue. Garantizado que cada minuto multiplicará hasta diez veces su duración:

a) Poner agua a hervir y mirar atentamente la olla en espera del momento de ebullición. La versión más efectiva es mirar fijamente la mucca y destaparla intermitentemente para ver si ya sale el café.
b) Formarse en la fila para comprar el boleto del autobús que está por salir. Este es especialmente interesante porque inversamente al tiempo que le toma al pasajero de adelante comprar su boleto, el tiempo que falta para que salga el autobús corre increíblemente rápido.
c) Entrar a sacar dinero del cajero automático cuando se tienen ganas de orinar.
d) Subirse en una caminadora durante cuarenta minutos y fijar la vista en el cronómetro. (Pensándolo bien, ni siquiera es necesario ver el cronómetro).
e) Pedir aventón.
f) Esperar solo en una mesa a que nuestro único acompañante regrese del baño, o termine su conversación en el celular.
g) Gastarse todo el dinero de la quincena los primeros días de la quincena.
h) Quedarse de ver, en dos meses, en otro país, con alguien a quien tenga uno muchas ganas de ver.

La inmortalidad por un minuto

Ayer recibí un correo de un amigo mío, que antes de ser mi amigo fue mi alumno en la ENAH, y al mismo tiempo, pero otros días, mi compañero de clase, y por pocas cuadras mi vecino en Coyoacán y compañero de pesero los miércoles a las dos. Usualmente también esos días compartíamos la mesa a la hora de la comida. Luego desapareció y cuando reapareció yo ya me había largado del barrio.

Después de mucho tiempo de no verlo, recibir su correo ayer me llenó de gusto. En pocas palabras, decía algo así como "...estaba pensando en Borges y en la Lógica, y me acordé de tí, y casualmente en ese momento Rasheny me habla para decirme que estaba leyendo algo tuyo...".

Me latió el corazón fuertísimo. Dos colegas leyendo algo que yo había escrito. Me imaginé inmediatamente que el artículo de Elementos de Polaridad Negativa que escribí con el Txuss y que por supuesto nunca pubicamos, finalmente había alcanzado su merecida fama. O sería que ya la armé como el primer hit de las búsquedas de "subjuntivo español" en google? Creo que hasta imaginé mi nombre en la sección de Ciencia de la Jornada. Volé. Pero el mail continuaba: "...en tu blog y hasta ví unas fotos..."

Mi ego momentáneamente inflado bajó a la tierra de golpe. Claro, el blog. Ja. Ya decía yo que la fama académica no llega sola. Y hasta creo que me sonrojé un poco. La sensación de globo reventado fue suplantada suavemente por otra mucho más dulce: son hermosos los reencuentros, es lindo tener noticias buenas aunque no sean noticias: "todo es como las otras noches que ya he vivido: lucecitas, perros, marihuana, lingüística, barba... sentado con la guitarra..". Y es mucho, mucho más importante pasar de vez en cuando por la mente de un amigo que estar permanentemente citado en el artículo de un desconocido. Me acordé de Porchia: "porque estar acompañado no es estar con alguien, sino estar en alguien"...

April 01, 2008

Pastillas para no soñar

Me acordé de Sabina porque dice el médico que necesito unas pastillas. La medicina la necesitan los enfermos, pienso yo. Pues he de estar enferma, pienso otra vez yo. Al parecer la enfermedad consiste en que unos días la vida es linda, otros días la vida es equis y otros días la vida es una cortina pesada de hierro que se cierra y me deja a oscuras por un rato. O sea, la enfermedad consiste en que la vida tiene tonos y no es monocromática y a veces la amamos con rabia y con botitas, como dice Larisa, y a veces la amamos con dulzura; que algunas veces queremos conquistar el mundo mietras nos fumamos un paquete de cigarros al hilo y otras veces el mundo nos conquista y nos cae encima con todo su peso y no nos podemos levantar. Que al parecer la enfermedad se llama "estar vivo", y necesita uno tomarse la pastillita, no en ayunas, porque es fuerte para el estómago. La pastilla es para vivir normal, porque vivir así es vivir enfermo, dice el médico.